Uno de los placeres de los treinta es darse un capricho de vez en cuando pasando un fin de semana de calidad en algún destino que esté bien a mano de Europa. Ciudades como Londres, París o Roma tienen tanta oferta cultural que podríamos pasar allí un año entero y no habríamos conseguido vivir todo lo que ofrecen. Pero aún así, este post trata de cómo aprovechar al máximo una visita fugaz a la capital de amor y los croissants.
Un destino "cosmopolita". Siempre usamos expresiones de ese tipo cuando hablamos de grandes ciudades donde lo cosmopolita ha dejado paso a una gran comunidad de ciudadanos de todo el mundo que, en un escenario ideal, compartieran su cultura y respetaran sus tradiciones. No ocurre a menudo, pero hay zonas como Belville, barrio multicultural entre los distritos XI, XIX y XX, donde lo reflejan con humor en sus calles, como puede percibirse en esta bienvenida.
Un nuevo barrio que está reuniendo la crême de la crême de la nueva gastronomía de la ciudad. La vanguardista, callejera, healthy y de km.0, con expresiones como el Krügen (58 Rue de la Fontaine au Roi, 75011 París), una crêperie para no perdérsela. Hacen su propia sidra -que está buenísima-, sus propias conservas y hasta la masa de sus crêpes. Cambian la carta cada semana y tienen unos precios más que asequibles.
Pese a que lo actual suele ser lo más atractivo, una buena tabla de quesos después de pasar la mañana en el Museo d´Orsay es un plan al que no se le puede decir "no"...
Y es que la Fromagerie Danard (5 Rue du Colonel Driant, 75001 París) es un lugar nada convencional en el París que normalmente conocemos, de precios muy elevados. Actúa como tienda de quesos donde, a la vez que realizas una compra, puedes tomar una tabla de quesos, de embutidos, o una ensalada y una baguette que no olvidarás. Una cita obligada si paseas por la zona más clásica de la ciudad.
Sus dueños son todo amabilidad y te asesoran a la perfección según tus preferencias, ¡todo un lujo por muy poco!
Seguimos con la ardua tarea de pasear París y llegamos hasta la puerta de Fragments Paris (76 Rue des Tournelles, 75003 París), donde nos sentamos a probar su cinammon roll casero en pleno barrio de Le Marais.
Existen miles de cafeterías en París, y nunca está de más darle un buen descanso a las piernas disfrutando de un ambiente acogedor y encantador como el de este rincón.
¡Primeras 24h superadas!
Amanece un nuevo día, ¡y qué mejor que celebrarlo con un bon petit déjeuner français!, necesario antes de correr 10km por el centro, la parte más monumental de la ciudad.
Lo cierto es que nos encanta escaparnos donde podamos comer, hacer deporte, charlar, conocer gente local y disfrutar de un buen rato.
Por eso, nos animamos a participar en una carrera popular donde cientos de personas nos dimos cita para compartir unos kms corriendo hasta cruzar la línea de meta en plena Torre Eiffel.
Y a hacer hueco para probar los platos de temporada del Café Oberkampf (3 Rue Neuve Popincourt, 75011 París). Un brunch en toda regla donde salir cargados de vitaminas gracias a sus zumos naturales recién prensados, sándwiches, bowls y pastelería artesana - ¡hacen hasta su propio pan!- . Pero atentos, que sólo están hasta las 15h.
Pilas cargadas, experiencia única y la mejor compañía. Ya podemos volver a Barcelona satisfechos y pensando en la próxima.
Noemí
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