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martes, 2 de abril de 2013

Carlos Baena

Para la clásica y familiar comida del Jueves Santo, tradición arraigada en mi familia, este año decidimos apostar por lo bueno conocido y repetimos en el mismo restaurante que el año pasado: Carlos Baena.
El restaurante, situado en la calle Rastro número 28, justo detrás del Patio de la Diputación, muy cerca del parque de bomberos de San Bernardo, lleva abierto más de quince años desde que Carlos y Mari Ángeles Baena se hicieron con el proyecto.

Tiene 3 plantas, siendo la última una acogedora azotea donde se come muy agusto en verano.
Además de ofrecerse como restaurante, pueden degustarse menús en los comedores que poseen con capacidad de hasta 70 comensales.

De entre los platos que degustamos alegremente en familia, os cuelgo las fotos para que veáis lo bien servidos y el buen aspecto que tenían.

Primero probamos el Revuelto de Setas,  muy suave, en su punto, con un toque se salsa verde.
Una apuesta firme y segura, el Pan con aceite de oliva, tomate y jamón ibérico
Una sugerencia del maître, el Crujiente de langostinos con salsa de soja y sésamo; original y muy sabroso
Las Pavías de bacalao, muy típicas de esta época y exquisitas
Y el Solomillo a la crema de malta, con una salsa deliciosa, suave, y un ligero toque de verduritas al vapor
Los precios del restaurante están al alcance de cualquier bolsillo y, aunque no se trata de un bar de tapas, pidiendo varias raciones para compartir que oscilan entre los 10 y los 15€, más las bebidas, tampoco se nos va el presupuesto más de 15€ por persona; así que atreveos a daros un capricho de vez en cuando y salir de restaurantes.

Gustosamente le habría hecho hueco a los maravillosos postres caseros que sirven (mi adorado coulant con helado, tarta de queso, tocino de cielo, torrijas...) pero me fui corriendo para ver salir a la Virgen de la Victoria, es lo que tiene ser, además de gastrónoma, muy cofrade jeje.

Feliz semana de Pascua,

Noemí Ojeda.


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