Una de las visitas obligadas cada verano, para mí, es Sanlúcar de Barrameda, cuna de vinos y manzanilla, y de mucho arte...
Por más veces que he estado, nunca deja de sorprenderme con sus colores, sus puestas de sol y su gente alegre. Pero lo que realmente me atrae a este enclave donde desemboca el río que pasa por debajo de la calle más bonita de Sevilla, es su
gastronomía. Y es que me fascina cómo puede ser tan rica, así que me pongo manos a la obra para contaros todo lo que he ido descubriendo durante estas vacaciones por sus calles...
Asidua de esta
Plaza del Cabildo y fiel seguidora de bares como
La Barbiana, donde las mejores
Papas aliñás con melva acompañadas de copita de manzanilla; de
Casa Balbino, donde no puedo resistirme a nada de lo que está expuesto en sus vitrinas (especialmente a las
Tortillitas de camarones y el
Salmorejo) y de los helados artesanales de la
Heladería Toni (por variedad tienen hasta de gintonic...), allí me acerqué los primeros días del mes para enseñárselo todo a una gran amiga.
Gran variedad de manzanillas de la zona que recomiendo no perderos, comer en ambos bares con el postre no os saldrá por más de
12€ por persona
Unos días más tarde, con motivo del segundo ciclo de las Carreras de caballos, otra cita sanluqueña ineludible, fue cuando comencé a aventurarme, de la mano de mi hermano y buenos amigos, por bares que desconocía hasta entonces y que me gustaron mucho, como fue el
Bodegón de Lola, bar de tapas en la Calle San Miguel, cerquita de la Avenida del Quinto Centenario, donde sirven unas tapas exquisitas muy del estilo de los bares anteriores (tortillitas de camarones, pescado frito, etc) y sorpresas como "
el capricho de Lola" (que mejor no os cuento de que se trata para que vayáis personalmente a ver lo bueno que está). Compartir medias raciones y tapear con unas cervecitas puede quedarse en unos
10€
El
Barrio Alto ha sido un hallazgo que me ha sumergido en otra Sanlúcar más cerca de los que cruzan sus calles y suben sus cuestas a diario.
En especial, he quedado prendada de una tasca pequeñita llama
Bar Arquillo que recoge las mejores tapas clásicas con el toque que les dan aquí, el auténtico sabor sanluqueño
La llegada hasta aquí, como todo, tiene su historia. Después de conocer a un estupendo grupo de amigos que me acogieron de la mejor forma en su casa del Rocío, volví a hacerles una visita en su tierra y ellos me regalaron una magnífica ruta gastrocultural que me encantó... ¡Deseando estoy de la segunda parte!
Aquí probé platos típicos como las
Patatas a la cerveza, la
Sopa de tomate, el
Atún encebollado (con su toque de manzanilla), los
Huevos de choco a la plancha, las
Caracolas de mar, el
Cóctel de Marisco,los
Chocos fritos, o los
Chipirones encebollados (plato estrella que me quedé con ganas de probar pero que pronto volveré a por ellos jeje)
Todo esto en medias raciones, raciones, tapas y bebidas para toda la noche por
menos de 8,50€
Lo último que puedo deciros en este post es eso que reza en el lema del blog:
"Debemos buscar alguien con quien comer y beber antes que buscar algo que comer y beber..." porque si no es por las gratas compañías, ni una llega a los mejores lugares, ni se disfruta de la comida.
Gracias de todo corazón a los que me recomendáis sitios, me acompañáis de tapitas, me leéis y me decís que disfrutáis con estas humildes líneas; ¡me hacéis muy feliz!
Hasta la próxima amigos,
Noemí Ojeda
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