Jerez de la Frontera, segunda ciudad andaluza, abarca numerosas bodegas con una de las mayores producciones de vinos más importantes de España y el mundo.
La principal empresa bodeguera, propiedad del grupo Gonzales Byass, es la conocida como Bodegas Tío Pepe, cuya imagen, la botella de vino fino con guitarra, chaquetilla y sombrero rojo, es una de los iconos españoles más conocidos.
Icono que nació de forma familiar, al dedicarle su fundador, Manuel María González Ángel, su mejor vino a su tío, José Ángel y Vargas.
Un vino "muy muy pálido", que le recodaría a Manuel a su tío José, que solía beber vinos de Sanlúcar, más ligeros y frescos que los amontillados y olorosos jerezanos.
Vino que, criado en soleras mediante sistema de criadera biológica, resultó ser el primer vino español que cruzó horizontes y llegó a Inglaterra, aficionando incluso a la Reina Isabel II, que gustaba de tomar unas copas en sus reales mesas.
La bodega completa cuenta también con más bodegas individuales en su interior que Manuel María González fue adquiriendo, incluso calles que pertenecen a la propia ciudad.
Una de las más reconocidas es la Bodega de los Apóstoles, en cuya forma cuadrada alberga 62 columnas y que fue construida en 1857. Como curiosidad, durante la visita de la Reina en octubre de 1862, esta quiso ver una pisa de la uva a pesar de estar pasada la fecha de la misma, por lo que su fundador cumplió su deseo mandando a pisar las uvas destinadas al consumo de los viñistas durante ese otoño. Esto, dio lugar a una producción de 33 botas que, por la referencia a la edad de Cristo, se bautizó con su nombre, ordenando construir en Alemania la bota más grande hasta entonces, con capacidad para estos 16500L producidos. Para completar la bodega, se colocaron alrededor doce botas representando a los apóstoles en el orden expresado por Leonardo Da Vinci en el cuadro de La Última Cena.
La Última Cena, Leonardo Da Vinci, 1495-1497
Además de los anteriormente citados miembros de la realeza, Celebres genialidades mundiales como Pablo Picasso, Juan Belmonte, Rafael Alberti o Joaquín Sabina, visitaron esta tierra imprimiendo su presencia en algunas botas de esta bodega de más de 175 años de antigüedad.
No perdáis la oportunidad de conocer su historia y la del mundo del vino jerezano.
Un abrazo,
Noemí Ojeda
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